Episodio 8 - El Duelista y el Vagabundo
Pantro y Tigro tratar de manipular el libro de los augurios, en su más reciente intento fue en dañar el tanque. Cuando en un pueblo cercano recibiendo suministros, Leon-O tiene un encuentro con un vagabundo que le advierte que se mantenga alejado de la ciudad. Leon-O se entera de que el pueblo no acepta la moneda Thunderiana después de lo ocurrido a Thundera. Leon-O entra en un concurso de espadas para conseguir monedas locales y gana cortando el bloque de piedra por la mitad con la espada del augurio. Pronto se cuestionada por el duelista (un espadachín profesional que recoge las espadas de los oponentes a los que ha vencido). Sin embargo Leon-O llega a conocer al Duelista y este lo reta a un partido de la espada con la espada del augurio como su apuesta si este gana. el vagabundo le revela que la espada de Hittanzo es la mejor espada del Duelista (que según él la espada de su fabricante) y se entera de que la trainera era fabricante de la espada y le advierte de Leon-O que nadie puede golpear a su creación. Cuando se trata de el partido, el duelista consigue superar Leon-O y reclamar la Espada del augurio. Después, León-O termina ganando la ayuda improbable de que la trainera de hacer otra espada. Una vez que la espada se forja, Lion-O busca el duelista en una taberna cercana y lo reta a una revancha para todos de espadas Duelista como apuesta decide acabar con la vida de Leon-O si este perdía la revancha. En la revancha, Lion-O hace todo lo posible para evadir los ataques del Duelista, hasta que la espada se rompe. A raíz de la trainera de sauces "son débiles", la filosofía, León-O utiliza esta sabiduría para desarmar a Duelista de sus espadas. vagabundo le dice que él tiene lo que necesitaba para ganar en sí mismo. Cuando trata de atacar a Duelistas, Leon-O se las arregla para ganar el reto y lo envía fuera de la ciudad. Antes de ir por caminos separados, el Vagabundo le dice León-O que tiene que volver las espadas a sus legítimos propietarios. Leon-O se reúne con Tigro y Pantro que se preguntaban qué le llevó tanto tiempo.
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